Crear un ambiente de aprendizaje en el aula que permita al niño el desarrollo de actividades individuales, en parejas, en pequeños grupos y en grupo grande. La organización del aula por áreas y con variados materiales permite a los niños planificar y experimentar los procesos lógico-matemáticos.
• Los materiales en todas las áreas pueden ser comerciales o de desecho y deben estar ubicados en cajas o estantes rotulados con el dibujo y el nombre, lo que permitirá a los niños organizar los materiales y reforzar algunos de los procesos lógico - matemáticos.
• Los recursos que ayuden a ambientar el aula deben ser funcionales para desarrollar los procesos lógico-matemáticos. Se debería contar con la presencia de: un calendario móvil (con el día, mes y año) utilizado a diario, un reloj de arena o un reloj segundero que ayude a los niños a seguir la rutina, una lista de asistencia numerada que permita saber a los niños cuántos asistieron cada día, un cartel con los números en forma concreta y con su representación gráfica que ayude a los niños a recordar o verificar la forma de escritura de un número que no recuerden, etc.
• La rutina y la planificación de actividades del docente deben promover las interacciones estructuradas y no estructuradas.
• Las actividades para estimular el desarrollo del pensamiento lógico - matemático deben reproducir la utilidad social de esta área, es decir que los niños deben contar, clasificar, seriar, etc., en el marco de proyectos de aprendizaje o temas de estudio desarrollados dentro del aula. Así, la tabulación de los cumpleaños de los niños por mes para realizar un gráfico de frecuencia que estará expuesto y será revisado cada mes para realizar tarjetas colectivas a los cumpleañeros, el conteo de cuántas plantas han germinado cada día en un proyecto de ciencias, la creación de un patrón para realizar un baile para un acto, la numeración de los niños para respetar un turno para ir al baño o realizar cualquier actividad, la medición de una mesa para realizar en papel un mantel para una fiesta, etc., pueden ser actividades donde los niños estén desarrollando sus procesos lógico - matemáticos y aprendiendo la utilidad de los mismos.
• El uso de juegos didácticos y tradicionales puede ser de gran ayuda para el desarrollo de los procesos lógico-matemáticos. Los juegos tradicionales, como el trompo, la perinola, el papagayo, la semana o la vieja, ayudan a los niños a desarrollar diferentes procesos lógico-matemáticos. La lectura de cuentos con contenidos matemático que existen en el mercado o creados por el docente también son de gran apoyo.
• La resolución de problemas apoyados en imágenes, dibujos y materiales concretos y con números pequeños constituyen una herramienta de gran utilidad para el desarrollo de los procesos lógico - matemáticos. Así, el maestro planteará frecuentemente a los niños problemas sencillos sirviendo como modelo y utilizando materiales concretos para su resolución.
• Los materiales en todas las áreas pueden ser comerciales o de desecho y deben estar ubicados en cajas o estantes rotulados con el dibujo y el nombre, lo que permitirá a los niños organizar los materiales y reforzar algunos de los procesos lógico - matemáticos.
• Los recursos que ayuden a ambientar el aula deben ser funcionales para desarrollar los procesos lógico-matemáticos. Se debería contar con la presencia de: un calendario móvil (con el día, mes y año) utilizado a diario, un reloj de arena o un reloj segundero que ayude a los niños a seguir la rutina, una lista de asistencia numerada que permita saber a los niños cuántos asistieron cada día, un cartel con los números en forma concreta y con su representación gráfica que ayude a los niños a recordar o verificar la forma de escritura de un número que no recuerden, etc.
• La rutina y la planificación de actividades del docente deben promover las interacciones estructuradas y no estructuradas.
• Las actividades para estimular el desarrollo del pensamiento lógico - matemático deben reproducir la utilidad social de esta área, es decir que los niños deben contar, clasificar, seriar, etc., en el marco de proyectos de aprendizaje o temas de estudio desarrollados dentro del aula. Así, la tabulación de los cumpleaños de los niños por mes para realizar un gráfico de frecuencia que estará expuesto y será revisado cada mes para realizar tarjetas colectivas a los cumpleañeros, el conteo de cuántas plantas han germinado cada día en un proyecto de ciencias, la creación de un patrón para realizar un baile para un acto, la numeración de los niños para respetar un turno para ir al baño o realizar cualquier actividad, la medición de una mesa para realizar en papel un mantel para una fiesta, etc., pueden ser actividades donde los niños estén desarrollando sus procesos lógico - matemáticos y aprendiendo la utilidad de los mismos.
• El uso de juegos didácticos y tradicionales puede ser de gran ayuda para el desarrollo de los procesos lógico-matemáticos. Los juegos tradicionales, como el trompo, la perinola, el papagayo, la semana o la vieja, ayudan a los niños a desarrollar diferentes procesos lógico-matemáticos. La lectura de cuentos con contenidos matemático que existen en el mercado o creados por el docente también son de gran apoyo.
• La resolución de problemas apoyados en imágenes, dibujos y materiales concretos y con números pequeños constituyen una herramienta de gran utilidad para el desarrollo de los procesos lógico - matemáticos. Así, el maestro planteará frecuentemente a los niños problemas sencillos sirviendo como modelo y utilizando materiales concretos para su resolución.
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